Tal y como nos enseñan en el colegio, el agua debe ser un elemento insípido, inodoro y transparente. Sin embargo, sabemos por experiencia que en muchos hogares no es así. Esto no quiere decir que deje de ser potable y apta para el consumo humano, sino que es desagradable consumirla. Hablamos con nuestros fontaneros expertos para saber qué causa los malos olores y sabores de las aguas.
Así, antes de dar por perdida el agua que sale por el grifo y resignarte a usar agua embotellada. Ten en cuenta que hay soluciones para conseguir que el agua de tu hogar vuelva a la normalidad. Eliminando el mal sabor y ese olor repulsivo.
Causas por las que el agua huele y sabe mal
Es relativamente habitual encontrarnos situaciones en las que el agua que sale del grifo de un hogar tiene un hogar blanquecino, huele mal o simplemente el sabor del agua es desagradable. Los motivos que pueden llevar a esta situación son muchos, incluyendo el mal estado de las tuberías o el exceso de productos químicos en el agua. A veces la solución puede ser un simple desatasco, pero de cualquier modo vamos a repasar las causas más comunes del mal estado del agua.
Uno de los motivos más habituales tiene que ver con la dureza del agua. Es decir, la cantidad concentrada de minerales disueltos que se encuentran en el agua, incluyendo altas concentraciones de calcio o magnesio. Una dureza alta, unida al cloro presente para potabilizar el agua, puede hacer que el agua potable se vuelva desagradable. En estos casos es recomendable analizar la composición del agua. Ya que está demostrado que el exceso de potasio o calcio puede hacer que beber agua del grifo sea imposible.
Por otro lado, es posible que la zona geográfica también influya en el olor y el sabor del agua. Todos nos hemos dado cuenta que un vaso de agua del grifo no sabe igual en Madrid que en Valencia. Ya que en cada lugar puede cambiar no solo la dureza del agua, sino también su composición o la manera en que se ha potabilizado. Sin embargo, es posible también que las razones del mal olor y sabor se deba al mal estado de la instalación de fontanería. O incluso a la presencia de materia orgánica en descomposición.
Malos olores del agua más comunes
Cuando vemos distintos casos de mala calidad del agua, hay unos olores muy molestos que se repiten. Esto puede ayudarnos también a saber cual es el problema que se está dando en nuestras cañerías. Y de este modo poder resolverlo lo antes posible.
Es habitual notar un mal olor en el baño o en el desagüe de la cocina similar al moho o a la humedad. Esto se debe normalmente a la descomposición de materia orgánica o a la presencia de bacterias. En este caso se pueden colocar filtros de agua. Aunque lo más recomendable será clorar el pozo y la red de tuberías para poner fin al problema de raíz.
Otro olor muy habitual es el de huevos podridos. Que puede llegar a hacer realmente repugnante usar el agua del grifo. Además de que puede suponer un riesgo para la salud. Cuando el olor esté presente en el agua fría es muy probable que se deba al presencia de sulfuro de hidrógeno. Un gas muy corrosivo que combinado con hierro reacciona para producir sulfuro de hierro. Hay varias soluciones posibles, en cada caso será un fontanero con experiencia el que decida que opción tomar.
Por otro lado, cuando sea el agua caliente sanitaria el que tenga olor a huevos podridos el problema suele estar en el calentador del agua. Por lo que será necesario que un profesional de las calderas y calentadores purgue, limpie y aplique un tratamiento de cloro al depósito para conseguir eliminar las bacterias presentes.
Soluciones al mal olor y sabor del agua
Todos los organismos de salud internacionales están de acuerdo en el uso de cloro para restar la dureza del agua y así potabillizarla. Aunque hay que ser consciente de que un exceso de cloro también puede suponer un problema para la salud. De manera que en muchas ocasiones es necesario que un fontanero experto aplique otro tipo de métodos de purificación adicionales.
Una de las mejores soluciones suele ser aplicar un tratamiento de ósmosis inversa. Cuya función es eliminar todas aquellas sustancias químicas sobrantes, como el cloro, gracias a unos filtros muy efectivos. De modo que deja el agua lista para su consumo y con la totalidad de sus propiedades.
Otra opción puede ser la utilización de filtros de carbón en los grifos de nuestro hogar. De este modo filtramos el agua justo antes de su consumo. Aunque es cierto que es una solución a corto plazo ya que no pone fin al problema de raíz. Por lo que siempre será mejor contactar con una empresa de fontanería para que aporte una solución efectiva en el tiempo.
Razones para solucionar estos problemas
El principal motivo para solucionar un problema de malos olores y sabores de las aguas tiene que ver con nuestra salud. Ya que consumir este tipo de agua puede suponer un riesgo importante para nuestra salud a largo plazo sin apenas darnos cuenta. Es posible que no le demos la importancia que tiene al agua en casa. Y que con el paso del tiempo se acumulen en nuestro organismo sustancias tan perjudiciales como el plomo.
Lo más recomendable es analizar las fuentes de agua de nuestro hogar ante la presencia de cualquier mal olor o sabor extraño. Para ello se puede encargar un análisis exhaustivo tanto de los pozos como de la instalación de tuberías. De modo que se pueda encontrar y solucionar el problema. Antes de que tenga efectos nocivos sobre nuestra salud o nuestro hogar a medio y largo plazo.