De todos los grifos de la casa el de la cocina es, con diferencia, el que más se usa y el que más suele estropearse. Se suelta, deja de funcionar el mecanismo de apertura, se desgasta o directamente se rompe. Ante esta situación lo mejor es contactar con fontaneros profesionales en Madrid para que acudan a tu domicilio, pero si quieres hacerlo tú mismo te damos unos trucos para cambiar el grifo de cocina con éxito.
Elige el modelo correcto
La realidad es que no hay grifos correctos o incorrectos, pero como verás si acudes a una tienda especializada, puedes escoger entre muchísimos modelos para el fregadero. Nuestra recomendación son los grifos monomando, ya que suponen un ahorro de agua importante. Además de ser muy prácticos y fáciles de usar.
Aunque si cocinas mucho en casa también puede interesarte uno extraíble para llenar o fregar las cazuelas. En cualquier caso recuerda decantarte por uno que no gaste mucho agua y que sea resistente.
Mide la distancia de las tomas hasta el grifo
La mayoría de la gente no se fija en la longitud de los latiguillos. Pero es muy común que en el momento de conectar en nuevo grifo de cocina, éstos sean muy cortos y no se pueda colocar. Para evitarlo fíjate de antemano en esta medida y tenlo en cuenta en el momento de comprar el grifo por si hubiera que adquirir latiguillos más largos.
Recuerda cortar el agua antes de instalar un grifo
Parece lógico, pero a veces no nos damos cuenta. Antes de comenzar a desmontar el grifo que vayamos a quitar es imprescindible cerrar la llave de paso del agua para evitar que se salga. De no hacerlo es probable que te toque recoger agua de todo el suelo de la cocina.
Ten a mano todas las herramientas que puedes necesitar
Prepárate para cambiar el grifo con todos los utensilios que vayas a usar o que puedan ser necesarios en caso de que algo salga mal. Te recomendamos hacerte los siguientes materiales:
- Una llave inglesa.
- Unos alicates.
- Un destornillador de punta plana.
- Una llave de tubo.
- Un barreño.
Así podrás hacer el cambio del grifo en el momento sin tener que parar para ir a buscar alguna herramienta que te falte.
Presta atención a las tomas de agua fría y agua caliente
Debajo del fregadero de la cocina puedes ver las tomas de agua a las que se conecta el grifo. Es muy importante que pongas cada latiguillo en su lugar correspondiente para que cuando abras el grifo del agua caliente o fría salga a la temperatura correcta. De no ser así tendrás que cambiarlo cuando el grifo ya esté instalado.
Antes de comenzar a usar el grifo comprueba que no haya fugas
Por muy bien que selles todas las conexiones de agua siempre puede haber alguna filtración. Cuando conectes de nuevo la toma de agua corriente de la vivienda recuerda abrir el grifo y comprobar que no hay ninguna fuga de agua. Una vez hecho ya puedes usarlo normalmente.
De todas formas, ante cualquier imprevisto siempre es mejor prevenir que curar. Si te ves con dificultades a la hora de instalar un grifo de cocina no dejes de llamar a un fontanero de confianza para que pueda hacer el trabajo por ti.