Como cualquier elemento del hogar, las cañerías van desgastándose poco a poco con el tiempo. Sin embargo, como profesionales desde Fontanerodeguardia.com nos encontramos habitualmente con que es un elemento que se descuida. Muchos clientes suelen decirnos que nunca han revisado las tuberías ni pensado en que podrían dañarse y necesitar ser cambiadas.
En ocasiones el desgaste de las cañerías y sus efectos secundarios pueden darse solo en una zona de la vivienda. O bien en varios lugares de un edificio de vecinos a la vez. Hay varias maneras de comprobar el estado general de la instalación. Pero en cualquier modo hay que señalar la importancia de cambiar las tuberías si se encuentran motivos para ello.
Por eso vamos a revisar los principales motivos para reemplazar las cañerías viejas, así como analizar los dos casos más habituales que solemos ver. La necesidad de cambiar las tuberías por su mal estado o bien por estar fabricadas con plomo. De todas formas, si después de leer todo el texto tienes dudas no dejes de contactar con un fontanero profesional que pueda asesorarte.
Motivos para cambiar las tuberías
Las consecuencias de no reparar o reemplazar unas cañerías viejas pueden ser terribles. Haciendo siempre que nos arrepintamos de no haber invertido sabiamente un dinero en una reforma a tiempo. Ya que los costes de solucionar una avería como la rotura de una tubería pueden ser muy elevados. Además, por supuesto de necesitar el trabajo de un fontanero urgente.
Por eso te contamos las principales señales que pueden indicar que es necesario reemplazar las tuberías por unas nuevas. Y así evitar problemas mayores en el futuro.
- Tuberías de plomo: aunque veremos este tema en más profundidad, hay que señalar que el plomo es perjudicial para la salud. Sin embargo era un material muy común usado antiguamente para fabricar cañerías.
- Adaptar la instalación de cañerías tras una reforma: en caso de que la vivienda o el edificio haya sufrido alguna reforma importante, puede ser necesario cambiar las tuberías. Para poder así adaptarlas las nuevas necesidades del edificio. Ya que con el tiempo los requerimientos de estas instalaciones han ido cambiando.
- Deterioro por el paso del tiempo: si se sabe que las tuberías son antiguas lo más probable es que se hayan ido deteriorando con el paso del tiempo. Puede ser que solo sea necesario reparar o sustituir algunas partes. Pero en cualquier caso habría que asegurarse.
- Presencia de agua sucia: si al abrir los grifos notas que el agua sale con color y no ha habido un corte de suministro hace poco, es probable que algo no esté bien. En el momento en el que esto comience a ocurrir lo más recomendable es contactar con un profesional de la fontanería para que pueda revisarlo.
- Fugas de agua: este es un signo claro de que una cañería no está haciendo bien su trabajo. Puede ocurrir que sea por una simple grieta, o bien puede que la tubería se haya roto del todo. En cualquiera de los casos necesita una revisión a fondo de la instalación y su reparación o reemplazo.
- Pérdida del caudal de agua: es posible que notes que sale menos agua por el grifo. Esto puede deberse a muchas causas, pero suele ser una señal de que algo no va bien. Habrá que buscar el origen del problema y solucionarlo de la mejor manera.
Reemplazar cañerías de plomo
Nuestros fontaneros en Madrid se encuentran habitualmente con tuberías de plomo. Y es que es un material muy habitual en las instalaciones de algunos edificios antiguos de la capital. Sin embargo, si eres consciente de que tu vivienda tiene este tipo de cañerías, lo más recomendable es reemplazarlas lo antes posible.
Se ha demostrado que las tuberías de plomo son perjudiciales para la salud. Por lo que no son seguras en absoluto para consumir el agua potable que suministran. Pudiendo comprometer la salud de tu familia. Además, actualmente hay legislación al respecto que regula el uso de este material.
Podemos decir que como norma general las cañerías de plomo se suelen encontrar en edificios de más de 20 años de antigüedad. Cuya instalación de agua sea de la misma época y no haya sido renovada nunca. Si crees que tu vivienda cumple esos requisitos lo mejor es contactar con un fontanero en Madrid lo antes posible para que pueda confirmar el estado y el material de las cañerías.
En caso de que vayas a hacer una reforma en la cocina o el baño, lo más recomendable es aprovechar el momento. De este modo podrás cambiar las cañerías de plomo antiguas por una nueva instalación. Y todo en una misma reforma si necesidad de volver a hacer otra obra en casa.
Reemplazar tuberías en mal estado
En caso de que cuentes en tu hogar con una instalación antigua pero que no sea de plomo, puedes estar más tranquilo. Sin embargo tendrás que revisar el estado de las cañerías, ya que aunque aparentemente estén bien, las tuberías van deteriorándose con el tiempo. Así podrás anticiparte a un problema mayor como una rotura de una tubería.
Es normal que la corrosión causada por el propio agua vaya haciendo mella en el interior de los conductos. Formándose aglomeraciones de cal o de otros minerales. Lo que puede derivar en un flujo disminuido del agua y en pequeñas fugas en lugares concretos de la instalación. Sin embargo, el problema de esos desperfectos es que en muy poco tiempo probablemente se hayan convertido en una gran avería.
Para evitar problemas mayores, en caso de contar con una instalación de fontanería antigua, lo mejor es hacer revisiones periódicas. De este modo podrás anticiparte a cualquier problema y evitar costes innecesarios. Además, así podrás reemplazar las tuberías en el momento preciso, antes de que ocasionen desperfectos en la vivienda.